-Toda mi vida me he atrevido a ir más allá de lo posible.
-¿Hasta lo imposible?
-En realidad, más allá. Hasta el lugar en que lo posible y lo imposible se encuentran y pasan a ser... lo posimposible.
(Barney Stinson, Cómo Conocí a Vuestra Madre)

jueves, 17 de febrero de 2011

Atletismo

Una de las cosas que más me gusta de este deporte es su variedad. 
Claudia Garcia, FCB, Campeonato de España absoluto 2009
La gente que se junta en el mundo del atletismo no sigue ninguna pauta ni prototipo. No necesitas ser el más alto, el más delgado o el más fuerte, porque siempre habrá una prueba a la que puedas dedicarte. No importa lo bajito que seas o lo débiles que parezcan tus piernas, porque siempre encontrarás el lugar adecuado. Porque el atletismo no es sólo correr. El atletismo es saltar, lanzar, marchar. Una carrera de 42 kilómetros es atletismo, como también lo es una de 100 metros. Una persona que entra en la jaula y gira hasta lanzar el disco lo más lejos posible es tan atleta como aquél capaz de erguirse verticalmente sobre la pértiga y superar el listón. Y no sólo es un atleta el que gana, sino todos los que le siguen. 
Vicenç Valls, Cataluña. Campeonato de España juvenil 2009
El atletismo desde fuera es espectáculo y competición; desde dentro es mucho más que eso. Desde dentro es la adrenalina, la presión, la emoción y los nervios. Situarte en el carril y visualizar el salto, mirar la colchoneta e imaginarte superando el listón, colocarte en los tacos de salida y saber que las diez vallas que debes recorrer no suponen un problema, ser frío y calculador, vuelta a vuelta, tener la cabeza en su sitio en cada segundo, saber salir en el momento adecuado, volar sobre la ría, arrojar con todas tus fuerzas un objeto sin perder la compostura.

El atletismo te enseña a no rendirte. El atletismo es duro pero también, y sobretodo, es agradecido.

Alba Manzano, ISS-L'H. Campeonato de España junior 2010

Atletismo no es sólo competir. Atletismo son todos los entrenamientos que hay detrás de una marca; atletismo es el cansancio y la agonía de no cruzar nunca la línea de meta, que parece alejarse. Pero atletismo es, ante todo, la recompensa de ser mejor que tu mayor rival: tú mismo.