-Toda mi vida me he atrevido a ir más allá de lo posible.
-¿Hasta lo imposible?
-En realidad, más allá. Hasta el lugar en que lo posible y lo imposible se encuentran y pasan a ser... lo posimposible.
(Barney Stinson, Cómo Conocí a Vuestra Madre)

miércoles, 29 de febrero de 2012

Rectificar es de sabios


Si de algo he presumido siempre es de mi capacidad de hacer las cosas sin pensarlas demasiado y de lo orgullosa que estoy de ello. Alguien me dijo no hace mucho que más vale que las palabras que digas sean dulces, porque es probable que te las tengas que tragar. Yo misma he comprobado que a veces, si no lo piensas bien, lo que dices no suena precisamente dulce.
Siempre me enfado con quienes piensan demasiado lo que hacen o dicen. Les acuso de no vivir al cien por cien su día a día y no me canso de instar a que dejen aparcados sus pensamientos de una vez y que se guien por el instinto. Me he demostrado a mí misma que a veces los pensadores tienen razón y que más vale pensar bien lo que dices que no arrepentirse luego.
Me he equivocado. Todos lo hacemos.
Rectificar es de sabios.

lunes, 20 de febrero de 2012

Sonrisas sin lágrimas

Es lunes, y empezar la semana con una sonrisa siempre ayuda. Claro que, empezar el cuatri nuevo así ¡es aún mejor! Cuando vas predispuesto a algo las cosas son mucho más sencillas.
Sin ir más lejos el pasado sábado estuve en la Sala Pepe Rubianes, en el Club Capitol (Barcelona) viendo un espectáculo del gran Dani Mateo (muy bien acompañada, por cierto). Cuando las luces se apagaron y le vi salir al escenario se me dibujó esa sonrisita en la cara y así me quedé, embobada, desde la primera fila; porque sabía que iba a reírme.
Cuando sabes lo que vas a hacer (si es bueno) todo es más ameno y llevadero, más fácil. Y cuando no sabes lo que se te viene encima lo mejor es ir predispuesto con esa sonrisa y afrontar lo que sea que nos espera al doblar esa esquina.
Yo, que soy tan pesimista y fatalista algunas veces, me he dado cuenta de que es bueno levantarse con ganas de todo cada lunes, martes, y aguantar con la rutina hasta el ansiado fin de semana.
Sonreíd a la vida. Al fin y al cabo no saldréis vivos de ella.