-Toda mi vida me he atrevido a ir más allá de lo posible.
-¿Hasta lo imposible?
-En realidad, más allá. Hasta el lugar en que lo posible y lo imposible se encuentran y pasan a ser... lo posimposible.
(Barney Stinson, Cómo Conocí a Vuestra Madre)

domingo, 4 de marzo de 2012

Invisibles para el mundo


La edición en papel del periódico “El Mundo” el pasado miércoles 29 de febrero nos dejó con una reflexión sobre el nivel del atletismo nacional en la actualidad y la selección española que viajará a Estambul para disputar el Campeonato del Mundo de Atletismo en pista cubierta del 9 al 11 de marzo.
Luis Fernando López no parece partidario de la selección de veinte atletas que viajará con la expedición a Turquía. Se basa en la prematura edad de algunos de los deportistas, haciendo especial énfasis en el relevo 4x400. Y si no es la inexperiencia de los jóvenes lo que reprocha es la veteranía de otros y el bajo estado de forma en que llegan a la cita mundial.

Cada vez se corrobora más lo que pienso. La imagen que tiene la gente del atletismo no se acerca en nada a lo que esconde en realidad. Es muy fácil encender la tele durante unos Juegos Olímpicos y ver que la mayoría de atletas españoles no consigue meterse en la final. Es muy fácil pensar “para hacer eso quédate en tu casa” sentado en tu sofá. La gente no ve el esfuerzo y la constancia; sólo ve lo que para ellos es el ridículo de la selección española de atletismo. Pero ¿quién tiene la culpa? ¿Acaso somos unos negados los atletas españoles?
Los niños de hoy en día quieren ser lo que ven en televisión porque es lo que se lleva, lo que levanta pasiones. Es lo que se fomenta y en lo que se invierte. Los niños no quieren ser atletas porque no saben lo que es, y tampoco lo sabe la gente de la calle. Me reitero en desmentir el concepto favorito de los ignorantes: el atletismo no es solo correr.

JJ VICO

Atletismo es, por supuesto, entrenar. Atletismo son valores. Es crecimiento, es fuerza, valor, resistencia, cuerpo y, sobretodo, cabeza. Atletismo es tener cabeza suficiente como para enfrentarte a tu rival más duro, que ni siquiera es el tiempo o la distancia, sino tú mismo. Pero es imposible que alguien a quien le aburre ver “gente corriendo todo el rato” llegue a descifrar la belleza que hay bajo el tartán. La gente ni siquiera está dispuesta a presenciar un evento como el Campeonato de España Absoluto cuando la entrada es completamente gratuita, y luego son precisamente ellos quienes desprecian algo que no han intentado conocer.

No hay atletismo porque no hay inversión, promoción ni fomento. Ningún niño de la calle sabe quiénes son los grandes atletas españoles ni mundiales. ¿Por qué se ha decidido invertir tanto en otros deportes y dejado de lado la base de todo? El saber correr, saltar o lanzar: ¿qué haríamos sin ello? Que no da dinero, eso dicen. Pero ¿se ha intentado?
Nadie nos recibe en el aeropuerto antes de una competición. Nuestra afición es nuestra familia y amigos así como el resto de atletas y entrenadores, que son los únicos capaces de comprender cuánto tiempo e ilusión dedicamos a nuestra pasión. Así es como hemos logrado hacer de este deporte algo que solo nosotros entendemos y sentimos, algo nuestro, aunque es una pena que nadie más pueda o quiera aprender a gozar de él.