"Los cínicos no sirven para este oficio", Ryszard Kapuściński

    “Cada año más de cien periodistas son asesinados y varios centenares más son encarcelados o torturados. En distintas partes del mundo se trata de una profesión muy peligrosa” (Ryszard Kapuściński).

      En febrero de 2002 salió a la luz el libro “Los cínicos no sirven para este oficio”, basándose en una serie de preguntas, una entrevista, que se hizo al propio Ryszard Kapuściński y que se ocupó de contestar de la forma más clara posible para que todo el mundo pudiese captar la esencia del buen periodismo.

     Kapuściński, periodista, historiador, escritor, ensayista y poeta, explica la cara más dura del periodismo basada en su propia experiencia como corresponsal de guerra en diferentes países, y redunda en lo peligrosa que puede convertirse esta profesión en algunos lugares del mundo debido a la constante censura por parte de los medios de comunicación.

    Mediante este manual periodístico hace ver a los jóvenes que se inician en los estudios y la profesión la realidad que tiende a esconderse tras lo que realmente vemos, y es que, como él mismo dice, “la prensa internacional está manipulada. […] En la prensa hay cientos de maneras de manipular las noticias […] y sin decir mentiras. El problema de la radio y de la televisión es que no es necesario mentir: podemos limitarnos a no decir la verdad”. El propio maestro, que forma parte del periodismo, afirma que “los patronos de los grandes grupos televisivos deciden por los espectadores qué deben pensar”. Todo ésto se consigue llevando a primera plana los temas que más interesa a los medios que salgan a la luz y omitiendo aquellos que no son convenientes para ellos mismos o para grandes fuerzas políticas.

    Es por todo ésto el título del libro, “Los cínicos no sirven para este oficio”, ya que Kapuściński reitera en la idea de que “para ser un buen periodista hay que ser una buena persona”. Su objetivo no es otro que el de mostrar la realidad sin ningún tipo de manipulación al mundo y espera que la gente que se inicia en el ámbito periodístico pueda ocuparse de la profesión tal y como el la ve, sin corrupción, mentiras o, como en muchos casos se da, omisión de la realidad.