-Toda mi vida me he atrevido a ir más allá de lo posible.
-¿Hasta lo imposible?
-En realidad, más allá. Hasta el lugar en que lo posible y lo imposible se encuentran y pasan a ser... lo posimposible.
(Barney Stinson, Cómo Conocí a Vuestra Madre)

jueves, 2 de junio de 2011

Recta final

Nunca es fácil llegar a la recta final. La recta final es lo último que debemos superar antes de acabar. ¿Y después? ¿Gloria, decepción? ¿Ganas de más? Depende.
La recta final del curso ha llegado. Estamos saturados de faena, trabajos, prácticas, exámenes. Nos levantamos antes que el sol para acabar de repasar y nos vamos a dormir más tarde que las brujas mientras acabamos de aprender el temario.
Los estudiantes no están en casa; están en la biblioteca. Las bibliotecas están llenas, pero calladas. No hay un asiento libre. No se ven las mesas porque están completamente cubiertas por apuntes, carpetas, bolígrafos, ordenadores. Sólo se oyen los teclados de los portátiles. Un estornudo, alguien que carraspea, el fuerte respirar de un resfriado primaveral. El aire acondicionado sonando por encima de los estudiantes. Todos con tapones en los oídos o con los auriculares puestos. A algunos les gusta escuchar música mientras estudian. Otros se graban recitando la lección y dejan que vaya sonando mientras repasan sus apuntes.
Las ventanas están cerradas. No entra el ruido de la calle. Los días cálidos y los días grises. La biblioteca siempre está llena. Huele a exámenes finales: a gente que se juega el curso o la carrera; gente que prepara la selectividad; gente cuyo verano depende de esa recta final. Soñadores, vividores. Miradas desconcertadas cada vez que la puerta se abre para dar paso a otro estudiante cuando no cabe nadie más. Miradas desesperadas que no saben cómo memorizar todo lo que tienen delante. Miradas con ansias de libertad, con la vista en el verano.
Es lo que todos queremos ahora. Que acaben estas semanas y que empiece el verano. Ir a la playa, ponernos morenos. Escaparnos con los amigos a donde sea. Sentarnos a pie de mar a tomar algo, salir de fiesta. Conocer a alguien, enamorarse. Comprar ropa y estrenarla. Ir a parques de atracciones o acuáticos. Hacer cosas diferentes. Hacer un corro una noche frente a la orilla y cantar mientras alguien toca la guitarra, o tocarla tú. Protagonizar nuestro propio anuncio "Mediterráneamente" con nuestra propia banda sonora.

2 comentarios:

  1. yo creo que paso de la recta final y me planto ya en este veranito que tan bien describes!

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  2. Increible texto y eso que yo ya estoy de vacaciones!

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