Es un cobarde. Prefiere desistir que arriesgar. No le gusta que le llame ni que le hable demasiado, pero cuando él llamaba no había problema. Simplemente un día se dio cuenta de a dónde iban las cosas y decidió vallar el camino y dar media vuelta.
Por mi parte tengo la suerte de no tener corazón; eso es lo que hace que sea capaz de aguantar situaciones tan insoportables.
No te lo crees ni tu, eso de que no tienes corazón digo.
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